La rival secreta de la Honda RC30, así es la moto Yamaha OW01 de 1990

En el amplio universo de las motos deportivas clásicas, pocas generan tanta fascinación como la moto Yamaha FZR750R OW01. Este modelo, lanzado en 1989 para competir en el Campeonato Mundial de Superbikes (WSBK), fue concebido para enfrentarse directamente a la legendaria Honda VFR750R RC30, considerada por muchos como la superbike definitiva de la época.

Tres décadas después, la OW01 no solo conserva su mística de competencia, sino que se ha convertido en una pieza altamente cotizada entre coleccionistas, alcanzando cifras superiores a los 20.000 euros en el mercado europeo, e incluso más en unidades en perfecto estado o con historial deportivo comprobado. Estamos hablando de $90´064.000 millones de pesos colombianos.

Un nacimiento marcado por la competencia

Para comprender la OW01, hay que entender su razón de ser: ganar. A finales de los años 80, la Honda RC30 dominaba el WSBK con su V4 de 748 cc y chasis de aluminio avanzado. Yamaha, decidida a desafiar esa hegemonía, desarrolló una motocicleta exclusiva, producida en tiradas limitadas y equipada con tecnología de carreras.

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La FZR750R OW01 no era una moto para el público general; era una homologación pura, creada únicamente para que los equipos privados de Yamaha pudieran competir contra Honda en igualdad de condiciones.

La marca japonesa utilizó la base de la FZR750, pero prácticamente todo fue rediseñado:

• Motor tetracilíndrico de 749 cc, de alto rendimiento.
• Válvulas de titanio para reducir masa y mejorar la respuesta.
• Carburadores Keihin FCR, difíciles de ver en motos de serie.
• Relación de compresión superior, pensada para uso en circuito.
• Interior del motor tratado a mano, algo que pocas marcas hacían fuera del ámbito de fábrica.

Este nivel de detalle convirtió a la OW01 en un producto casi artesanal.

¿Qué tecnología avanzada para su época?

El corazón de la OW01 entregaba alrededor de 121 caballos, una cifra que en 1990 era extraordinaria para una 750 de homologación. A ello se sumaba un peso contenido de unos 200 kg, lo que la hacía extremadamente ágil en circuito. La caja de cambios cerrada y las relaciones deportivas estaban diseñadas para extraer el máximo rendimiento en la zona alta del tacómetro, donde esta moto verdaderamente brillaba.

Pero lo que realmente hacía especial a la OW01 era su parte ciclo:

• Chasis Deltabox de aluminio, uno de los más avanzados del momento.
• Suspensión Öhlins/Fork Kayaba según la versión, totalmente ajustable.
• Frenos Brembo de alto desempeño, cuando la mayoría de motos de serie aún utilizaban sistemas más básicos.
• Llantas ligeras Marvic o Yamaha Racing, dependiendo del mercado.
• Carrocería aerodinámica diseñada en túnel de viento.

Todo esto se traducía en una moto extremadamente precisa, rígida y pensada para pilotos expertos. No era una máquina amigable para la calle; era un arma diseñada para el circuito.

La moto Yamaha que se volvió leyenda

Si bien la OW01 no logró destronar por completo a la RC30 en los campeonatos mundiales, sí dejó huella. En manos de pilotos privados, fue una motocicleta respetada, difícil de dominar y capaz de grandes hazañas en carreras como las 24 Horas de Le Mans, el TT de la Isla de Man y campeonatos nacionales.

Su exclusividad, se estima que se fabricaron entre 500 y 1.000 unidades según la región, la convirtió rápidamente en una pieza de coleccionista. Cada motocicleta venía con detalles únicos, números de chasis especiales y componentes específicos que hoy la hacen tan codiciada.

A diferencia de muchas superbikes de su época, la OW01 envejeció bien: su diseño sigue viéndose moderno, sus componentes continúan siendo apreciados y su historia la consolidó como un objeto de culto para los puristas del motociclismo.

¿Por qué ahora vale más de 20.000 euros?

Actualmente, en Europa y Estados Unidos, las motocicletas deportivas de los 80 y 90 han experimentado un auge en el mercado coleccionista. Modelos como la Honda RC30, la Kawasaki ZXR750R, la Suzuki GSX-R750RR y, por supuesto, la Yamaha OW01, están alcanzando cifras altas debido a varios factores:

1. Producción limitada: pocas unidades sobreviven en perfecto estado.
2. Tecnología de carreras: muchas piezas eran exclusivas y no se usaron en otros modelos.
3. Herencia deportiva: representan la “era dorada” del WSBK.
4. Revalorización histórica: son las “superbikes puras”, sin ayudas electrónicas.
5. Demanda creciente: coleccionistas y museos buscan motos icónicas.

En portales de subastas como Collecting Cars, Iconic Motorbikes y Bring a Trailer, la OW01 ha superado los 20.000–30.000 euros, dependiendo del kilometraje y la originalidad.

Todo indica que su valor seguirá subiendo.

¿Tendrías esta moto Yamaha?

La Yamaha FZR750R OW01 de 1990 es mucho más que la “rival secreta” de la Honda RC30: es una moto de culto, un ejemplo perfecto del espíritu de las homologaciones deportivas y una joya mecánica que captura lo mejor del motociclismo de finales de los 80 y principios de los 90.

Su motor afinado a mano, su chasis de competición, su exclusividad y su historia en los circuitos la han convertido en una motocicleta cuyo valor sigue en ascenso. Hoy, más de tres décadas después, la OW01 no solo representa un capítulo legendario del motociclismo, sino que también se consolida como una de las superbikes clásicas más deseadas del planeta.

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Si buscas comprender qué hace grande a una moto deportiva clásica, la OW01 es una lección viviente de ingeniería, pasión y legado.

Les dejamos el siguiente video propio como recomendación:

Hecho por periodistas, con uso de IA