Sabemos que las motos son máquinas que sufren desgastes normales de acuerdo al uso que les demos, también presentan fallas de calidad e igualmente están susceptibles a las consecuencias de una caída leve o un accidente en la vía. Esto nos lleva indiscutiblemente a que en algún momento necesitamos llevarlas a un taller para que atiendan las necesidades de nuestras monturas. Es por esto, que hoy hablaremos de algunos aspectos importantes que debemos tener en cuenta a la hora de llevar la motocicleta a un taller.

Primero que todo hay dos grandes categorías en las cuales podemos enmarcar los talleres, por un lado están los centros de servicio oficiales de la marca, y por el otro, encontramos los talleres particulares, no oficiales; esto no quiere decir que en ellos no se preste un servicio adecuado. En los primeros podemos estar seguros que al contar con el respaldo de la marca (o marcas, según sea el caso), ellos tiene un personal capacitado, especializado y disponen de los repuestos originales, cuando sean requeridos, además, tienen protocolos de recepción, cotización y procedimientos estandarizados para la prestación del servicio que necesitemos; así mismo allí podemos encontrar un espacio adecuado y más organizado tanto para la moto, como para los usuarios. Muchos de ellos también son boutiques de ropa y accesorios. Por otra parte, en los talleres particulares que no siempre se encuentran con un buen stock de repuestos a disposición al igual que no siempre tienen las piezas originales, por lo tanto, es necesario salir a buscarlos, ya sea que uno mismo los compre, de acuerdo con las indicaciones del mecánico o se encomiende al mismo mecánico de hacerlo, lo cual evidentemente implica más tiempo.

 Un local bien identificado siempre será mucho más atractivo: Todo entra por los ojos, como el amor por la moto que tenemos. El encontrarnos con un local bien identificado, con un aviso y una facha limpia, es la primera señal de que estamos es un taller que nos generará confianza y podrá ofrece un buen servicio.

La limpieza y el orden dicen mucho: Al ingresar la sensación de limpieza y orden, sin olvidar que es un taller, nos indica que las personas a cargo están pendientes de todos los detalles. Esto nos da la garantía que sabrán llevar adecuadamente la documentación del servicio de nuestra máquina, así como todas las piezas y repuestos que ella necesita, serán ordenados con el trabajo.

Claridad desde el principio: Cuando la persona encargada de recibirnos la moto hace una evaluación clara del problema, con argumentos coherentes, bien fundamentados y no se queda en generalidades poco entendibles, nos damos cuenta que el mecánico si sabe de qué está hablando y no solo ‘pescando’ un incauto, al cual facturarle todo tipo de cosas imaginables.

Es un centro especializado ¿o hacen de todo?: Este es un punto relevante, ya que como bien sabemos una motocicleta cuenta con una gran variedad de partes, mecanismos diferentes y hasta acabados que son más de especialistas, sin importar la marca o cilindraje, fue diseñada por un grupo de ingenieros; y no es lo mismo abrir un carburador que ajustar los mapas para modificar una inyección electrónica, cambiar una pastillas de freno o solucionar un problema eléctrico, hay mecánicos que ‘se las saben todas’, sin embargo, si el taller cuenta con especialistas en cada área determinada, usted obtendrá un mejor resultado.

¿Cuentan con herramientas y maquinaria adecuada?: Con un vistazo rápido al lugar usted podrá ver con qué tipo de herramientas trabajan, si están organizadas y si hay otros equipos que permitan hacer una evaluación de los problemas y reparación de las motos, o todo el peso del diagnóstico recae sobre el buen ojo y experiencia del jefe del taller.

¿Hay buen espacio para dejar las motos?: No es lo mismo llegar a un área amplia, limpia y ordenada para atender a los clientes, donde los puestos de trabajo de cada mecánico son claramente diferenciables, que entrar en un recito estrecho, oscuro y sucio, donde no hay espacio para moverse debido al hacinamiento de máquinas y/o mecánicos, el cual está lleno de motos a medio trabajar en el exterior; mejor aléjese de esos ‘talleres cementerio’, las máquinas desbaratadas son un claro indicativo que no han podido cumplir con la entrega, por diferentes motivos: falta de repuestos, desconocimiento de la tecnología, ausencia de planeación del trabajo, entre otros.

¿Le ofrecen una cotización clara?: Es importante conocer desde un principio, cuál es el servicio detallado que va a recibir la moto, que piezas de repuesto son necesarias, cuáles van a ser reparadas, qué insumos se van a necesitar, como: aceite, filtros, bujías, pastillas o bandas, etc y cuáles bien podrían ser los inconvenientes que se encuentre el técnico al revisar con mayor detenimiento una vez dé inicio al trabajo. De igual manera, es mejor siempre tener muy claro el costo de la mano de obra.

La garantía: ¿Cuál es la garantía del trabajo solicitado y de las piezas nuevas?, no solamente es un derecho de todo consumidor a que el trabajo tenga un tiempo prudente de garantía, sino que también da buena fe de la responsabilidad del taller y de las personas encargadas.

¿Son cumplidos con los tiempos?: Si es un taller al cual usted llegó recomendado por un amigo, como suele suceder la mayoría de las veces, es bueno conocer de otros usuarios sus apreciaciones respecto al cumplimiento con los tiempos de entrega, este punto va muy de la mano con una buena planeación del trabajo, por parte de los encargados del taller.

Saber qué estamos pagando: Por último debemos exigir que se nos entregue una factura detallada del servicio, discriminando los repuestos y mano de obra, esto no solo es un derecho como consumidores, avalado por la Superintendencia de Industria y Comercio, sino que demuestra el compromiso y respaldo del taller por atender adecuada mente a sus clientes.

También te puede interesar:

¿CONOCES LA CORRECTA FORMA DE MEDIR EL ACEITE DE TU MOTO?

CONSEJOS TÉCNICOS-CAP. 1- ¿CÓMO PREPARAR SU MOTO PARA VIAJAR?

Monguí, Boyacá, nuevo destino turístico