Estética llamativa 

Mantiene la misma filosofía en este tipo de motos, vehículos que a pesar de la evolución conservan una naturaleza netamente citadina. 
El propulsor se ubica en la parte baja de forma horizontal y los carenajes lo cubren de manera convencional. Si bien sigue las líneas de otras motos de la misma especie, el fabricante no se limitó en ofrecer estrictamente lo necesario y se atrevió a plasmar gráficos y contrastes en varios tonos, además se destaca la calidad de la pintura y evidencia en el escudo bajo el panel de instrumentos que los plásticos vienen dobles y con buenas terminaciones que la hacen ver sólida y compacta.

Bajo el asiento encontramos, como es común, el acceso al suministro de combustible y a una práctica guantera con tapa, que no tiene mucho espacio. El sistema de iluminación consta de una farola ubicada en la parte alta del manillar la cual presento buena iluminación en bajas y altas incluso al transitar a buen ritmo, aunque su potencia es algo limitada. Las direccionales están situadas en la parte frontal de la carrocería y atrás fueron fijadas en el guardabarros sin ninguna extensión, estas junto al stop en forma de pentágono incorporan luces LED que en conjunto logran gran visibilidad.

Así mismo el tablero digital y análogo es muy completo, incluye: indicador de gasolina, velocímetro digital, cuenta kilómetros total y parcial, indiciador de cambios y hora; sumado a un muy útil cuentarrevoluciones. En general permiten un buen contraste y visibilidad.

En acción 

Para quienes venimos de las motocicletas que utilizan el embrague para cambiar de marcha o incluso para quienes manejan scooter, la primera sensación sobre una moto semiautomática tal vez sea extraña, pero la virtud en este tipo de máquina está en que es bastante intuitiva, incluso, los especialistas en este rubro la consideran como la precursora de este nicho. La Victory Advance no es la excepción y conserva esas cualidades intactas, muestra de ello lo comprobamos en los primeros trayectos entre el trafico capitalino. El simple hecho de no accionar el clutch, poseer un amplio ángulo de giro, un peso de tan solo 100 kg y un chasis tubular de acero central, le otorgan maniobrabilidad y estabilidad en todo momento, así mismo es ágil al pasar por espacios reducidos y ángulos cerrados sin la necesidad de estar bajando los pies.

Si bien no es una moto con características para carretera, es de saberse que poseen una gran acogida en ciudades sobre el nivel del mar, en donde el traslado intermunicipal y, claro está, los recorridos diarios entre pueblos son el pan de cada día. Por esto, como ya es costumbre, nuestro equipo de pruebas se desplazó hacia una menor altitud con el objetivo de profundizar en las buenas impresiones obtenidas en ciudad y porque no, ver el comportamiento en largos recorridos. Luego de 80Km sobre ella sentimos que las suspensiones eran relativamente duras (adelante telescópica hidráulica, atrás con sistema de dos amortiguadores regulables en precarga con cinco posiciones), cuando pasamos rápido por huecos profundos o protuberancias sobre la vía, es inevitable sentir el castigo sobre nuestro cuerpo, podríamos decir que son algo secas para la ruta, en especial se percibe cuando el asfalto está en regular estado, pero con carga tienden a ser más suaves y generosas. 

Ya en este primer recorrido habíamos encontrado un punto en contra, el sillín adelante talla un poco para el hombre (por sus formas y diagonales), sin embargo las mujeres lo encontraron cómodo y con una altura que permite una adecuada posición y distancia al suelo. Aunque por nuestra parte la densidad es rígida y luego de un tiempo genera fatiga sobre los glúteos. Continuamos nuestro recorrido, esta vez analizándola en cada curva que se nos presentaba las gomas de marca Queen Tires, montadas sobre rines de aleación de 17 pulgadas, habituales es esta categoría, se comportaron adecuadamente en todo momento, más no se logró circular sobre  piso húmedo. La parte ciclo permitió tendernos bastante en la curvas, generando confianza al piloto. No podemos dejar de lado el sistema de frenos, un disco de 220mm adelante y tambor de 110mm atrás; los cuales se comportaron a la altura con suficiente fuerza de frenado y contribuyendo al pilotaje con seguridad.

Luego de rodar bastante kilómetros con ella, acudimos a la ficha técnica para descubrir un poco el corazón de esta máquina, encontrando que el protagonista es un propulsor monocilíndrico de 109cc refrigerado por aire forzado, que si bien entrega tan solo 8.3hp, nos impresionó de sobremanera, pues su comportamiento se asemeja a motores de 125cc, superando las expectativas, es bastante alegre; en bajo régimen no emociona, sin embargo, su fortaleza está en lo rápido que sube y sobre las 4.000 rpm empieza a impulsarse con entusiasmo, asciende de manera constante, permanente y lineal. 

Luego de detenernos en la vía un rato y unir apreciaciones, coincidimos en que realmente es muy bajo el nivel en vibraciones, pues en ralentí pasaba desapercibida y silenciosa. Esto debido a que los ingenieros dotaron a está maquina con un balanceador que ofrece suavidad, inclusive al llevar el motor a la parte roja, al pasar las 9.000rpm, aunque en este punto empiezan hacer presencia de manera tímida.

Por otra parte cuenta con una caja de cuatro marchas rotativas, bien escalonadas, siendo la tercera más larga y es aquí, donde este propulsor muestra esa capacidad de recuperación; las marchas engranan muy bien y sin producir sonidos extraños.

Al proceder a tanquear para dar inicio a nuestro regreso, se llenó con 0.7 galones, (0.97 capacidad total), que para nuestras cuentas nos permitió andar 162 kilómetros en carretera, el consumo en ciudad estuvo en 131 Km/galón, con una exigencia del acelerador constante.

Conclusión 

La Victory Advance es una maquina bastante veloz, de marchas largas que le aportan muy buena velocidad de fondo. A su favor encontramos que el motor sigue contribuyendo en los descensos y no se ve limitado por ningún ahogo, alcanzando en estas circunstancias 122km; ya en Bogotá y rectas está alrededor de los 95 km/h. Se destaca por ser de pocas vibraciones, incluso en altas, y de muy buena respuesta en general, excelente estabilidad que permite acomodarse fácilmente a ella. Una opción que se puede  imponer con buenas prestaciones en el segmento moped de 110cc.

Satisfactorio:

• Balanceador que reduce las vibraciones
• Respuesta del motor
• Velocidad final
• Estética y gráficos
• Tablero digital, stop y direccionales LED

Por mejorar:

• Dureza del sillín
• Poco espacio de almacenamiento interno
• Las suspensiones podrían ser más suaves

Colores: Blanco rojo, blanco rosado, gris negro, azul negro

Precio: $3.889.000

http://www.auteco.com.co/victory/advance

 {gallery}2016/octubre/Prueba-Victory-Advance/galeria{/gallery}