La participación, que superó las expectativas de los organizadores de este encuentro, fue tan amplia y nutrida que aunque la logística ya estaba lista casi no daba abasto para mantener el orden del evento. Recibir y atender todas las delegaciones de ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Cali, Neiva, Ibagué, Cartagena, entre otras, además de otros países como Ecuador, Venezuela, Panamá y Estados Unidos, -junto a los participantes locales-, dificultaba las labores, aunque debido al buen plan de logística se logró realizar un evento en el que todos fueran atendidos a satisfacción.

Con diversidad de locaciones destinadas para el evento y actividades de entretenimiento para moteros, los tres días transcurrieron sin problemas bajo el eslogan de “Hermandad, Lealtad, Libertad”, con el que todos aquellos usuarios de las majestuosas máquinas Harley, compartieron en integración sin distinción de procedencia moto o idioma. Todos estuvieron juntos como una gran familia motera, como si fueran amigos y conocidos de toda la vida, logrando así uno de los objetivos de los organizadores. Así lo manifestó William Bolívar, gerente del concesionario y Natasha Lara, propietaria, quienes pusieron su mejor esfuerzo para realizar y dejar en alto el nombre de Colombia ante la reconocida marca estadounidense.

Disponiendo de una variada programación para mantener en actividad a los más de mil asistentes, los organizadores brindaron un fin de semana lleno de alegría y hermandad motera.

Dentro de las múltiples actividades para realizar se incluyeron las habituales rodadas en caravana, realizadas el día sábado hacia el municipio de San Pedro de los Milagros al norte de Medellín, en la hacienda La Manuela, en la que los participantes se encontraron-además de una magnífica ruta- hermosos paisajes y un delicioso clima, junto a diferentes espectáculos para amenizar y mantener entretenida la atención de los moteros. Un almuerzo completo con los sabores de la tradicional cocina antioqueña, que fue acompañado de artistas y shows para adultos y niños. Grandes espacios para alojar sus motos mientras cada uno estaba compartiendo con sus amigos y familiares fueron propicios para dejar en forma organizada y segura los cientos de motos que allí llegaron.

La seguridad y el orden en la rodada, fueron garantizados por los organizadores, quienes contaron con el apoyo de la policía y la secretaría de movilidad para facilitar el despliegue de las máquinas a lo largo de la ciudad hasta sus afueras. Se realizó un retorno, en horas de la tarde, tranquilo y ameno, hecho en grupos  más pequeños, lo que garantizó un regreso satisfactorio y lleno de alegría  para continuar disfrutando de las actividades nocturnas y de la discoteca que el evento tenía preparada para terminar un día de integración y rodada.

Durante la programación nocturna se contó con actividades al aire libre alrededor del concesionario y del parque La Presidenta, con bandas de Rock en vivo y Dj’s que mantuvieron alta la temperatura y los ánimos de los harlistas. También tuvieron lugar los desfiles de las Chicas Harley, que le brindaron a este encuentro el toque especial con su belleza para disfrute de los asistentes.

El día domingo, último de este encuentro, tuvo como epicentro el concesionario Harley Davidson, donde aquellos amantes de las motos tuvieron oportunidad de adquirir sus accesorios y prendas de harlistas antes de salir a rodar. Esta vez con un destino un poco diferente al del día anterior, pero igual de atractivo; se realizó un desfile de motos en caravanas menos numerosas para mantener el orden y poder llegar al destino sin dificultades o contratiempos. Esta vez la idea era llegar al municipio de Santa Fe de Antioquia en el Refugio Puente de Occidente-Fundepaz, donde el disfrute fue una magnífica hostería durante un día de sol. Allí las actividades de integración y entretenimiento continuarían con una programación  que incluyó dinámicas y concursos entre moteros, además de encuentros deportivos y un desfile más de las chicas Harley.

Desde muy temprano las calles del Parque Lleras sintieron el rugido de los motores que inundaban con su sonido y la belleza de las motos, deleitando a todos los participantes, habitantes de la zona y transeúntes que llegaban a este sector a cumplir con sus deberes; todos ellos no podían dejar de apreciar y admirar la cantidad de motos allí reunidas y sus tripulantes con sus atuendos característicos de chicos rebeldes y mujeres sexies, habituales dentro del estilo de vida de la Harley Davidson.

De igual manera las vías de Medellín se convirtieron en pasarelas de motos, dejando sorprendidos y admirados a los habitantes de esta ciudad con tan magna exhibición de motocicletas, ellos miraban atentos este gran desfile de todos los modelos y referencias de las famosas motos Cruiser.

A su regreso en la noche a la ciudad, las actividades no terminarían hasta realizar el tradicional evento de clausura, donde se presentaron más bandas de Rock, hubo concursos y premiación para los moteros que se destacaran por diferentes características tanto en sus motos con en sus ‘pintas’ de harlistas o como reconocimiento a sus cualidades de camaradería; todo culminó con la elección de la Chica Harley Davidson 2014.

En este encuentro se logró evidenciar que el ambiente de moteros y su participación no se limitan solamente a los chicos rebeldes, sino también para todos los amantes de estas grandes motos y en general para todos aquellos que gusten de la diversión en dos ruedas. Motos tripuladas por parejas de novios, esposos, un sin número de chicas solas que denotaban imponencia al mando de estas máquinas; también hubo historias muy familiares y es que tripular una motocicleta también es posible para un padre con su hija o una madre con su hijo, que desean compartir un fin de semana en amistad y familia.

También se pudo ver una gran cantidad de distintas personas que gustan de este estilo de vida, en las que se cuentan desde jóvenes estudiantes y profesionales, hasta los más veteranos motociclistas que ya tienen un reconocimiento en la ciudad y el país.

La cultura y el estilo Harley no solo es para aquellas personas de vieja guardia que muchas veces algunos tienen esquematizados en sus mentes; también se encuentran moteros muy jóvenes que han adoptado este estilo de vida motociclista como una forma de distracción y recreación, como una cofradía en la que aprenden y promulgan el respeto por los demás y la sana convivencia en la vía o cuando no están abajo conduciendo sus motocicletas. Lo que realmente prevalece es el amor y la pasión por las dos ruedas.

La hermandad como filosofía de este encuentro se pudo apreciar no solo en las Harley sino en otra gran cantidad de moteros que llegaron en sus máquinas de gran cilindrada al encuentro y al igual que los propietarios de la mítica marca estadounidense, tuvieron atención, colaboración, camaradería y entendimiento con todos los participantes y organizadores del evento; en realidad se pudo apreciar que se cumplía el eslogan propuesto de Hermandad, Lealtad y Libertad.

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