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¿Se vienen más accidentes viales? Aprobaron esta Ley y pondría en peligro a miles de conductores

Sin duda, sí o sí los accidentes incrementarían, hay que entender que falta cultura nacional a la hora de conducir, los vehículos eléctricos incluyendo las motos, harían de este panorama una crisis distrital. Ojalá no sea así y nos estemos equivocando.

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Una nueva polémica sacude a Bogotá en torno al uso de las ciclorrutas. Esta vez es impulsada por el proyecto de ley número 219 de 2024 Cámara, 111 de 2023 Senado: “Por medio del cual se regula la circulación y se promueve el uso de vehículos eléctricos livianos de movilidad personal urbana, como alternativas de movilidad sostenible”, aprobado recientemente en el Congreso de la República y a punto de ser sancionado por el presidente.

La propuesta busca regular el uso de vehículos eléctricos livianos de movilidad personal, como patinetas, bicicletas y motos eléctricas y otros dispositivos similares. Sin embargo, tanto la Secretaría Distrital de Movilidad como varios concejales han advertido que, tal como está planteada, esta Ley podría poner en riesgo la seguridad de miles de usuarios. Asimismo, podría ocasionar accidentes, incluyendo menores de edad, que a diario se movilizan por la red de ciclorrutas y bicicarriles en la capital del país.

Ponen en riesgo a miles de personas por posibles accidentes

El principal punto de alerta es la autorización para que vehículos con motor eléctrico, capaces de alcanzar velocidades de hasta 50 km/h, puedan transitar libremente por las ciclorrutas. No hay condiciones claras sobre control de potencia, velocidad, requisitos técnicos o licencias.

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Esto significa que estos dispositivos, más pesados y veloces que una bicicleta tradicional, estarían compartiendo espacio con ciclistas convencionales. Muchos de esos ciclistas son niños y jóvenes que forman parte de programas escolares como «Al Colegio en Bici». Según la Secretaría de Movilidad, esta convivencia podría derivar en siniestros viales con consecuencias graves o incluso fatales. Además, aumenta el riesgo de accidentes.

Lo que dicen las autoridades

Desde el Distrito se ha remarcado que esta red de cicloinfraestructura se construyó para brindar un entorno seguro a usuarios vulnerables. No fue creada para la circulación de vehículos que, pese a su clasificación como livianos, presentan una dinámica de movilidad completamente diferente. El hecho de que se permita su operación desde los 12 años, sin necesidad de licencia, sin SOAT y sin placas, agrava el escenario. Además, este enfoque no anticipa accidentes y limita la posibilidad de controlar a los conductores o responder adecuadamente en caso de incidentes.

Otro punto crítico señalado por el concejal Juan David Quintero, es que la ley establece límites de potencia de hasta 1000 watts y velocidad máxima de 25 km/h. Sin embargo, no aclara cómo se garantizará que estos límites se cumplan en la práctica. Además, el proyecto elimina la obligatoriedad del SOAT para estos vehículos. Esto representa un vacío en la protección de las víctimas en caso de accidentes y en la financiación del sistema de salud. Tampoco se exige que estos vehículos se incluyan en los informes de siniestros viales, lo que limitaría el análisis de seguridad y la formulación de políticas públicas efectivas.

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El llamado desde Bogotá es claro: Colombia necesita regular los vehículos eléctricos de movilidad personal. Sin embargo, esto no debe hacerse de manera improvisada ni sacrificando la seguridad de quienes usan la infraestructura diseñada para protegerlos. Por supuesto, esto implica considerar la posibilidad de accidentes en ciclorrutas.

Si bien es cierto que el auge de la movilidad eléctrica representa una oportunidad ambiental y de eficiencia urbana, también exige un marco normativo riguroso. Esto debe incluir criterios técnicos, evidencia estadística y participación de todos los actores del ecosistema vial.

Lo que sucede en la capital colombiana

En contextos como el bogotano, donde circulan diariamente más de 900 mil bicicletas y se han implementado más de 600 km de ciclorrutas, una norma que no distinga entre un niño en bici convencional y un adulto en una patineta de alta velocidad podría tener efectos desastrosos. Este riesgo es mayor si se considera que en 2024, según cifras oficiales, Bogotá reportó más de 6.000 siniestros viales relacionados con bicicletas y motos eléctricas. Además, hubo decenas de víctimas graves debido al incremento de accidentes.

A pesar de las advertencias, el proyecto fue aprobado sin incorporar las recomendaciones de las autoridades distritales. Esto ha motivado a la Secretaría de Movilidad y al Concejo a solicitar de manera enfática al presidente de la República que objete la ley antes de que sea sancionada. La intención, según los voceros institucionales, no es bloquear la innovación. Por el contrario, se busca construir una reglamentación que garantice la movilidad sostenible sin poner en juego la vida de quienes ya confían en la bicicleta como medio de transporte diario.

Mientras tanto, el debate queda abierto. ¿Debe priorizarse la integración de nuevas tecnologías o la seguridad de quienes hoy usan la infraestructura? ¿Puede un país como Colombia, con cifras altas de siniestralidad y escasos controles de tránsito, darse el lujo de flexibilizar aún más sus normas? La respuesta, hoy, está en manos del Gobierno Nacional.

Los dejamos con un video que hicimos hace algún tiempo en materia de movilidad eléctrica. Esperamos guste y no olviden compartir.

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