La electrificación a mediano, e incluso a corto plazo, es un hecho, empezando con la India, pues las empresas locales han iniciado una carrera para ser las más competitivas, con premisas como el alcance, la potencia y el precio de los propios productos, no obstante, con la masificación de las motocicletas eco amigables nace una problemática más que notable: La infraestructura.

Sobre este punto, es necesario decir que, dependiendo de cómo se mire el desafío, hay dos potenciales caminos a seguir, el primero tiene que ver con los puertos de carga, como los que Tesla instaló en Estados Unidos, es decir, lugares de estacionamiento en donde se pueden dejar los vehículos mientras se recargan. Por otro lado, distintas empresas taiwanesas, han implementado estaciones de intercambio de baterías, en donde simplemente se deja un acumulador descargado y se cambia por una unidad llena.

Ante estos dos caminos, los tres gigantes indios (TVS, Bajaj, Hero) tuvieron que apostarle a una de las dos decisiones anteriores, por lo menos en principio, precisamente para hacer cada vez más atractivo y brindar mayor autonomía a los que pretenden buscar una motocicleta eléctrica.

Recientemente TVS anunció que dentro de su plan de negocio estaba la creación de puestos de carga rápida en centros comerciales, concesionarios, lugares de estacionamiento y puntos estratégicos de las zonas urbanas. Por su parte Hero, estableció una alianza con el fabricante Taiwanés Gogoro, para tener estaciones de baterías, tal y como pasa en su lugar de origen (sin desconocer la alianza para un desarrollo de vehículos de 0 emisiones). Bajaj, en conjunto con KTM, no han sido explícitos sobre qué tipo de infraestructura esperan implementar, empero, por la alianza de la casa austriaca con Yamaha, Honda y Piaggio para la estandarización de las baterías, es lógico pensar que también se contemple un modelo intercambiable.

Ahora bien, a primera vista, ambos modelos tienen ventajas y desventajas, y en últimas deben ser considerados a largo plazo, pues la inversión para hacer atractivas a las motos eléctricas no puede ser pequeña.

Puntos de baterías intercambiables

Tal vez la principal ventaja sea la inmediatez que brinda el cambio de batería para la reanudación de la marcha, es decir, el usuario llega, deja su unidad vacía y simplemente toma una llena, en una acción que podría resolverse incluso en segundos.

Pese al atractivo, el modelo presenta diferentes desafíos, el primero es que limita el peso y tamaño de las baterías, por consiguiente, estas no podrían cambiar de forma ni de conectores, pues dejarían de ser compatibles con los puertos de carga, dependiendo de la tecnología, esto podría ser un problema para ajustarse a acumuladores de nuevas generaciones o inclusive, de otros fabricantes.

Continuando con lo anterior, se debe pensar que las baterías deben ser lo suficientemente livianas para que cualquier persona pueda levantarlas, precisamente para el intercambio, esto podría causar que en un momento determinado solo haya unidades de pequeñas dimensiones, limitando el diseño, la capacidad del vehículo y hasta su alcance.

En contraste, una de las ventajas que el modelo presenta, es que el usuario no necesariamente debería preocuparse por la vida útil del acumulador, e incluso, ni siquiera tendría que inquietarse por comprarlo, pues con un sistema de suscripción o “arrendamiento”, se está seguro de que siempre debería tener un módulo eficiente, algo que los fabricantes identificarían en los puntos de intercambio.

Puntos de recarga

Si nos ponemos a pensar en las ventajas, podría considerarse la múltiple compatibilidad de baterías, tanto de otros fabricantes como de distintas generaciones, además de un potencial coste de instalación menor, y en consecuencia, mayor posibilidad de masificar.

Es posible que TVS haya pensado precisamente en este sistema, pues le permitiría ir mejorando las unidades de alimentación, e incluso, adaptar módulos más grandes y pesados que brinden al usuario una mayor autonomía, alcance y hasta velocidad, haciendo cada vez menos frecuentes la visita a las estaciones de carga y otorgando la posibilidad de salir de zonas urbanas.

Aunque en principio pensaríamos que una de las principales desventajas es el tiempo de carga, se debe considerar que con el paso del tiempo este se ha vuelto cada vez menor, empezando por horas y en nuestro tiempo, en minutos; algo que podría mejorar notablemente con la adopción de baterías sólidas y de mejor diseño, cuyos electrolitos tolerarían un flujo mayor de energía sin soportar daño.

Ahora bien, el gran limitante puede ser que el tiempo que a un vehículo le toma recargarse, ocuparía una plaza en torno a la estación de carga, por lo mismo, otros usuarios tendrían que esperar más de lo previsto si se forman filas para acceder a un punto estratégico, algo que no debería ser problema por lo menos al principio, y si se instalan unidades dependiendo de la demanda.

Viendo algunas ventajas y desventajas, ¿cuál cree que es el mejor sistema y cuál se adaptaría mejor a las necesidades de nuestro país?

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