Mientras muchos ejecutivos del sector prefieren discursos diplomáticos y previsibles, Zhang Xue habla sin rodeos. El empresario chino, una de las figuras más influyentes del nuevo motociclismo asiático, no solo observa el cambio: lo está empujando. Su visión es clara y, para algunos, inquietante: el dominio histórico de las marcas japonesas y europeas está entrando en una fase de redefinición.

China ya no quiere ser únicamente la fábrica del mundo. Quiere ser protagonista, con marcas propias, identidad definida y ambiciones globales. Y, según Zhang Xue, el tiempo juega a su favor. “Lo que a otros les tomó décadas, China quiere lograrlo en pocos años”, una afirmación que resume el ritmo vertiginoso al que avanza el gigante asiático.

Amplíe: ¿Por fin? Yamaha MT-15 2026 se renueva y esto es lo que cambia

El fin de una era para las marcas intermedias

Uno de los puntos más polémicos de su análisis apunta directamente a las pequeñas marcas europeas que producen en China. Para Zhang Xue, su futuro es incierto: los proveedores chinos, cada vez más especializados, priorizarán a las marcas locales, dejando en desventaja a quienes dependen de ellos sin tener un volumen o identidad sólida.

Este escenario podría provocar una reconfiguración del mercado global, donde las marcas “de segunda línea” serán las más vulnerables, especialmente aquellas sin una red industrial propia o una reputación consolidada.

ZXMoto: crecer rápido, pero con sentido

La estrategia de ZXMoto no es improvisada. Zhang Xue lo reconoce: para sobrevivir y crecer, primero hay que vender. Por eso la marca ha puesto el foco en motocicletas deportivas de calle, el segmento con mayor demanda en China actualmente. Ese flujo de ingresos es el que permitirá, más adelante, apostar por proyectos más ambiciosos.

Un ejemplo claro es la 450 Rally, un modelo desarrollado con la experiencia adquirida en el Dakar, que demuestra que las marcas chinas ya no solo copian conceptos, sino que generan conocimiento propio en competición y desarrollo extremo.

Lo que China aún debe mejorar

Lejos de un discurso triunfalista, Zhang Xue también reconoce las debilidades del ecosistema chino. La primera es la imagen de marca: la reputación de nombres como Honda o Ducati no se construye en cinco años, sino en generaciones.

También señala el exceso de velocidad en el desarrollo de nuevos modelos. China corre, a veces demasiado rápido, y hay procesos como la validación técnica o la madurez del producto que no admiten atajos. A esto se suma la necesidad de mayor automatización y estandarización, claves para garantizar calidad constante a gran escala.

Lea: TVS se prepara para el 2026, ¿nueva tecnología?

Una ambición sin complejos

El tamaño del desafío no intimida a Zhang Xue. Su hoja de ruta es tan clara como ambiciosa: en una década, quiere que ZXMoto esté entre los 10 mayores fabricantes de motocicletas del mundo. Para lograrlo, la marca planea un crecimiento acelerado en ingeniería: de 200 ingenieros actuales a cerca de 400 en muy poco tiempo, junto con una avalancha de nuevos modelos.

Su visión también deja mensajes contundentes para la industria global:
sin rentabilidad no hay innovación, sin innovación no hay futuro, y el motociclismo del mañana deberá ofrecer productos atractivos que los jóvenes realmente puedan pagar.

¿Estamos ante un cambio irreversible?

Más allá de si sus predicciones se cumplen al pie de la letra, lo cierto es que China ya cambió las reglas del juego. La pregunta no es si las marcas chinas dominarán parte del mercado, sino qué tan preparadas están las marcas tradicionales para competir en este nuevo escenario.

El reloj ya está corriendo.

En el mundo de las motocicletas no todo gira en torno a cifras de potencia, velocidad máxima o tecnología aplicada al rendimiento. También existe un espacio para la creatividad, el diseño y la cultura, y Vespa lo entiende mejor que nadie. La icónica marca italiana ha vuelto a captar la atención global con un concepto tan inesperado como llamativo: una reinterpretación del trineo de Papá Noel, concebida desde la filosofía del scooter más famoso del planeta.

Vespa y el arte de contar historias sobre dos ruedas

Hablar de Vespa es hablar de identidad, estilo y legado. Desde su nacimiento en la posguerra italiana, la marca no solo creó un medio de transporte accesible, sino un verdadero símbolo cultural. A lo largo de las décadas, Vespa ha sabido mantenerse vigente gracias a una fórmula clara: respeto por su herencia, innovación estética y una conexión emocional con el usuario.

Amplía: ¿Por qué BMW debería traer un PuntApunta a Colombia? El país perfecto para un tour legendario

El concepto navideño presentado bajo el nombre “The Empty Space”, lejos de ser un simple capricho estético, se inscribe dentro de una tradición de la marca: utilizar el diseño como vehículo narrativo. En este caso, la narrativa es universal: la Navidad, Papá Noel y la magia asociada a esta época del año.

Un trineo reinterpretado desde la filosofía Vespa

La propuesta no muestra un scooter convencional ni una Vespa lista para producción. Se trata de un concepto artístico, minimalista y cargado de simbolismo. El “trineo” prescinde de los clásicos renos y adopta una estructura limpia, estilizada y moderna, donde las referencias al ADN Vespa son sutiles pero claras.

¿Qué busca transmitir Vespa con este diseño?
Principalmente, la idea de que el movimiento, la libertad y la imaginación no tienen por qué estar atados a los formatos tradicionales. Así como Vespa revolucionó la movilidad urbana en su momento, ahora se permite jugar con uno de los íconos más reconocibles de la cultura popular.

Desde el punto de vista del diseño industrial, destacan:

• Líneas suaves y orgánicas, fieles al lenguaje estético de Vespa.
• Un enfoque minimalista que deja “espacios vacíos”, invitando a la interpretación.
• Una clara intención artística más que funcional.

Una estrategia de marca en el modo scooter

Sería un error reducir este concepto a una simple curiosidad de temporada. Vespa utiliza este tipo de propuestas para reforzar su posicionamiento como marca lifestyle, algo que muchas fabricantes de motos intentan, pero pocas logran con coherencia.

En un mercado cada vez más competitivo, donde abundan scooters urbanos de bajo costo y propuestas genéricas, Vespa sigue diferenciándose por:

• Valor emocional, no solo racional.
• Un fuerte vínculo con el diseño europeo.
• Capacidad de generar conversación en medios, redes sociales y comunidades moteras.

Este concepto navideño logra precisamente eso: hablar de Vespa sin mencionar cilindrada, consumo o precios, algo que pocas marcas pueden permitirse.

El mensaje detrás de “The Empty Space”

Uno de los puntos más interesantes del concepto es su nombre: The Empty Space (El espacio vacío). Vespa invita a reflexionar sobre qué llena realmente nuestros viajes, más allá de lo material. En el contexto navideño, el mensaje cobra aún más fuerza: la movilidad como experiencia, no solo como destino.

Vespa, la Navidad y el futuro de la cultura motera

Lea: La Aprilia RS 457 llega para destronar a Kawasaki y frenar a CFMoto

Este ejercicio creativo no anticipa un modelo comercial ni una línea especial, pero sí deja claro que Vespa sigue mirando al futuro con una mentalidad abierta. En una industria cada vez más enfocada en la electrificación, la eficiencia y la regulación, la marca recuerda que el diseño y la imaginación siguen siendo motores fundamentales.

Para los amantes de las motos, este concepto es una prueba de que el sector aún tiene espacio para soñar, jugar y reinterpretar la cultura desde una perspectiva diferente.

Les dejamos el siguiente video propio como recomendación:

Hecho por periodistas, con uso de IA

El mercado de las motocicletas deportivas está cambiando, y no de forma silenciosa. QJMotor, uno de los gigantes industriales de China, ha decidido jugar fuerte en el Viejo Continente. Con la SRK 921 RR, una moto que no solo apunta al segmento de las superbike, sino que lo desafía directamente. Desde un enfoque que mezcla tradición mecánica y estrategia agresiva de precios.

En un contexto dominado por motores bicilíndricos y tricilíndricos, la SRK 921 RR sorprende. Apuesta por una arquitectura clásica que muchos creían en retirada: cuatro cilindros en línea. Su propulsor de 921 cc, con 16 válvulas, entrega 126 caballos de potencia a 10.000 rpm. Además, ofrece un par máximo de 93 Nm, cifras que la colocan sin complejos en el radar de las deportivas de gran cilindrada.

Más allá de los números, el motor incorpora eje de equilibrado para mejorar el confort. También incluye un embrague antirrebote, un detalle clave para quienes disfrutan de una conducción deportiva exigente. Según datos oficiales, la velocidad máxima alcanza los 235 km/h. Esto deja claro que esta QJMotor no es solo una declaración de intenciones, sino una superbike en toda regla.

Parte ciclo con ambiciones premium

Uno de los aspectos que más llama la atención en la SRK 921 RR es su parte ciclo. Está claramente diseñada para competir de tú a tú con modelos de mayor prestigio. El protagonista visual es su basculante monobrazo de aluminio, un recurso reservado habitualmente para motos de alto costo. Esto refuerza su imagen premium.

Amplíe: ¿Por fin? Yamaha MT-15 2026 se renueva y esto es lo que cambia

El chasis combina una estructura tubular de acero con secciones de aluminio fundido. Busca rigidez, estabilidad y precisión a alta velocidad. En materia de suspensiones, QJMotor confía en Marzocchi. Presenta una horquilla invertida delante y un monoamortiguador trasero con depósito separado. Ambos son completamente regulables para adaptar la moto a distintos estilos de conducción.

En el apartado de frenos, la SRK 921 RR no se guarda nada. Tiene pinzas Brembo Stylema monobloque radiales mordiendo discos de 320 mm en el eje delantero y una pinza Brembo P34 detrás. Un conjunto que la sitúa al nivel de superbikes consagradas.

Electrónica al nivel de las grandes

La electrónica es otro de los puntos donde esta deportiva china demuestra que va en serio. Gracias a una IMU de seis ejes, la moto ofrece ABS en curva, control de tracción y varios modos de conducción. Entre ellos: Sport, Standard y Rain. Ajusta la entrega de potencia a diferentes condiciones.

Lea: TVS se prepara para el 2026, ¿nueva tecnología?

A esto se suma un quickshifter bidireccional y control de crucero, poco habitual en este tipo de motos. Además, incluye una pantalla TFT de 5 pulgadas que centraliza toda la información y conectividad. Este paquete tecnológico refuerza su carácter moderno y competitivo.

El factor que lo cambia todo: el precio

Si las especificaciones sorprenden, el precio directamente sacude el mercado. En países como Italia, la QJMotor SRK 921 RR se ofrece desde 12.790 euros, mientras que en Alemania ronda los 12.999 euros. Cifras que la colocan por debajo de rivales como la Yamaha R9 o la Kawasaki ZX-6R, pese a ofrecer mayor cilindrada y un equipamiento superior.

Este posicionamiento convierte a la SRK 921 RR en una de las propuestas más disruptivas del segmento deportivo actual. Obliga a las marcas tradicionales a mirar con atención lo que llega desde Asia.

¿La veremos pronto en España… Y Latinoamérica?

Aunque la SRK 921 RR aún no está disponible en los concesionarios españoles, todo apunta a que su llegada es solo cuestión de tiempo. QJMotor ya ha demostrado un crecimiento sólido en Europa, especialmente en el segmento trail. Por lo tanto, esta superbike podría marcar un antes y un después en su estrategia global.

La gran pregunta ahora es hasta dónde puede llegar una moto china cuando decide competir sin complejos en la liga mayor.